miércoles, 15 de mayo de 2013

Relato con diez comienzos o cinco finales



Era la última hormiga de la caravana y no pudo seguir la ruta de sus compañeras. Un terrón de azúcar había resbalado desde lo alto, quebrándose en varios terroncitos. Uno de estos le interceptaba el paso.

Por lo que muy indecisa  tuvo que comenzar a comer lentamente el pequeño banquetito azucarado que se interponía en su camino, cuando termino  de comer se dio cuenta que ya había transcurrido mucho tiempo por lo que sus compañeras ya estaban muy lejos y muy triste se puso la pobrecita que busco una hojita de tila para sentarse a llorar y a pensar como le haría para alcanzar nuevamente a las otras hormiguitas. Cinco minutos después la hormiguita miro a lo lejos  una abejita que volaba entre  un montón de flores  y grito lo más fuerte que pudo diciendo señora abejita necesito de su ayuda para poder regresar al hormiguero al que pertenezco, la abeja muy solidariamente acepto con gusto llevar a la hormiguita a su hogar y cuando llegaron a su destino, la hormiguita saco de su mochila unos trocitos de azúcar  para regalárselos a la abejita como muestra de agradecimiento  por su gran ayuda.

1 comentario: