domingo, 5 de mayo de 2013

Cambiar el final a un cuento


El Patito Feo

   Autor: Hans Chrisitian Andersen
Como cada verano, a la Señora Pata le dio por empollar y todas sus amigas del corral estaban deseosas de ver a sus patitos, que siempre eran los más guapos de todos.
Llegó el día en que los patitos comenzaron a abrir los huevos poco a poco y todos se juntaron ante el nido para verles por primera vez. Uno a uno fueron saliendo hasta que  seis preciosos patitos, cada uno acompañado por los gritos de alegría de la Señora Pata y de sus amigas. Tan contentas estaban que tardaron un poco en darse cuenta de que un huevo, el más grande de los siete, aún no se había abierto. Todos concentraron su atención en el huevo que permanecía intacto, y también los patitos recién nacidos, esperando ver algún signo de movimiento.
Después  el huevo comenzó a romperse y de él salió un sonriente patito, más grande que sus hermanos, pero ¡oh, sorpresa!, muchísimo más feo que los otros seis… La Señora Pata se moría de vergüenza por haber tenido un patito tan feo y lo apartó de ella con el ala, mientras prestaba atención a los otros seis. El patito se quedo muy triste porque se empezó a dar cuenta de que allí no lo querían… Pasaron los días y su aspecto no mejoraba, al contrario, empeoraba, pues crecía muy rápido y era flaco y desgarbado, además de bastante torpe el pobre.
Sus hermanos le jugaban pesadas bromas y se reían constantemente de él llamándole feo y torpe. El patito decidió que debía buscar un lugar donde pudiese encontrar amigos que de verdad le quisieran a pesar de su desastroso aspecto, y una mañana muy temprano, antes de que se levantase el granjero, huyó por un agujero del cercado. Así llegó a otra granja , donde una anciana lo recogió y el patito feo creyó que había encontrado un sitio donde por fin le querrían y cuidarían , pero se equivocó también , porque la vieja era mala y solo quería que el pobre patito le sirviera de primer plato. Y también se fue de ahí corriendo. Llegó el invierno y el patito feo casi se muere de hambre pues tuvo que buscar comida entre el hielo y la nieve

por lo que se puso más flaquito de lo que ya era y todas las noches dormía bajo un árbol espantoso que crujía ferozmente cada vez que el aire lo movía de un lado a otro aquel pobre patito  solo se abrazaba así mismo para darse animo de que en algún momento encontraría a una familia que lo quisiera  y lo aceptara tal y como era. Después pasaron los días, semanas, meses y algunos años y cuando el patito se dio cuenta ya tenía 5 años por lo que todos los animalitos que lo veían  caminar le decían ya es hora de que vayas al preescolar patito feo ya estás muy grandote   y por supuesto cada vez más feo, por lo que el patito muy dudosamente se presento  a la escuela “La felicidad”  donde  la maestra Hipo  lo recibió muy gustosamente,  entra patito al salón que ya van a comenzar las clases, mientras se dirigía a un banquito que se encontraba al fondo del salón  todos  los animalitos como galli, coco, cochi, raty, borry  comenzaron a decirle huácala eres horriblemente feo,  aléjate de mí por lo que al escuchar la maestra Hipo lo que decían sus alumnos paso frente al pizarrón  y comenzó a platicar con sus alumnos que todos somos iguales  y que tenemos los mismos derechos  por lo cual no hay motivo para discriminar la apariencia del patito además  que todos nos debemos aceptar tal y como somos. Por lo que después, todos le pidieron una disculpa al patito por lo mal que lo habían tratado y le dieron un fuerte abrazo amistoso por lo que el patito se sintió muy contento  y comenzó a jugar con sus nuevos amiguitos a las escondidillas  y fue muy feliz.
 
 




1 comentario:

  1. Se ve que si tienes imaginación comadre, muy bien, solo cuida los signos de puntuación cuando los personajes hablan

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